Cuando los padres de gemelos enfrentan la etapa escolar, surge la pregunta: ¿es mejor que los hermanos vayan juntos o separados en clase? Aunque no hay una respuesta única, este tema genera debate entre educadores, psicólogos y familias. A contiuación te contamos los aspectos clave para tomar esta decisión.
El mito de la individualidad
Algunos colegios creen que separar a los gemelos ayuda a fomentar su individualidad. Se asume que en clases distintas cada uno podrá descubrir sus fortalezas y aprender a socializar sin depender del otro. Sin embargo, esta idea no siempre está respaldada por la evidencia científica. De hecho, estudios recientes indican que la separación forzada puede generar más ansiedad que beneficios en ciertos casos.
El vínculo entre gemelos es único. No se trata de una relación ordinaria entre hermanos; suelen compartir un nivel de conexión emocional y apoyo mutuo inigualable. Al separarlos sin considerar este lazo, algunos niños podrían sentirse inseguros o incompletos.
¿Qué dice la evidencia científica?
Tinca Polderman, investigadora especializada en estudio de gemelos, afirma que no existe una regla general para determinar si deben estar juntos o separados. Cada pareja de gemelos es diferente, y lo que funciona para unos no necesariamente funciona para otros. Según un análisis de estudios científicos, no hay datos concluyentes que demuestren ventajas significativas de separarlos desde el inicio escolar.
Por otro lado, hay casos en los que el estar juntos resulta en competencias innecesarias o en que uno de los niños domina al otro. En estas circunstancias, la separación podría beneficiar el desarrollo personal de ambos.
La perspectiva de los padres
Muchos padres prefieren que sus hijos gemelos estén juntos en sus primeros años escolares. Alegan que compartir el aula les ofrece seguridad emocional, especialmente en una etapa donde deben adaptarse al entorno escolar. Este sentido de confort puede ser crucial en la construcción de confianza e independencia con el tiempo.

Sin embargo, otros padres consideran que separarlos les da la posibilidad de desarrollar amistades por separado y ser valorados por sus logros individuales, sin la constante comparación entre ellos.
Factores clave para tomar la decisión
Antes de decidir, es importante analizar diversos factores que pueden influir en el bienestar de los gemelos. Entre ellos:
- Personalidad individual: Si uno de los gemelos es más tímido o dependiente, el separarlos podría causar estrés adicional.
- Relación entre hermanos: Si el vínculo es demasiado absorbente o hay dominancia, quizá la separación sea positiva.
- Dinámica familiar: Es esencial considerar las preferencias y experiencias previas de los padres con sus hijos.
- Políticas de la escuela: Algunos centros escolares aplican normas rígidas sobre este tema, lo cual podría limitar las opciones.
Es esencial hablar con maestros, orientadores y psicólogos escolares para entender cómo manejar esta situación. No se trata de tomar una decisión unilateral, sino de considerar todas las perspectivas.
¿Qué opinan los expertos en psicología infantil?
La psicóloga Coks Feenstra, reconocida por sus investigaciones sobre gemelos, sostiene que en la mayoría de los casos separar a los hermanos no está justificado, especialmente en la primera infancia. Según Feenstra, los colegios a menudo toman esta decisión sin consultar con las familias ni analizar el impacto emocional en los niños.
Ella destaca que la clave está en observar las necesidades individuales de cada niño. Si uno o ambos expresan un deseo claro de estar juntos o separados, es importante respetar su opinión. La participación de los propios gemelos en esta decisión puede marcar una gran diferencia en su adaptación escolar.
Efectos a largo plazo
La experiencia escolar de los gemelos puede influir en su autoestima y relación futura. Si están juntos y uno se siente constantemente opacado por el otro, esto podría generar resentimientos. Por otro lado, separarles demasiado pronto podría romper el apoyo mutuo que necesitan en sus primeras etapas de desarrollo.
Es fundamental monitorear de cerca el progreso de los niños y estar abiertos a hacer ajustes. La separación o unión no tiene por qué ser permanente; a medida que crecen, las circunstancias pueden cambiar.
¿Un enfoque personalizado?
En lugar de imponer reglas generales, lo ideal es adoptar un enfoque personalizado según las necesidades de cada familia y de los propios gemelos. Hablar con educadores, buscar la opinión de especialistas y observar de cerca la dinámica entre hermanos son pasos esenciales para tomar la mejor decisión.
Los gemelos comparten un vínculo único que puede ser su mayor fortaleza. Respetar y proteger esa conexión mientras se fomenta su desarrollo individual es el equilibrio perfecto. ¿La clave? Escucharles, entender sus sentimientos y ser flexibles al tomar decisiones. Después de todo, ellos son quienes mejor saben lo que necesitan.